Las galletas para la duquesa rusa, del repostero Peek Frean en 1874
Las galletas María son el resultado de un regalo de bodas para la Gran Duquesa María Alexandrova de Rusia con Alfredo I, hijo de la Reina Victoria.
El repostero Peek Frean buscaba crear la galleta perfecta para tomar el té: un poco tostada para que resistiera el agua caliente o la humedad de la leche, pero que, a su vez, no fuera tan dura; en una de las caras de esta nueva galleta se dibujó las facciones de la duquesa María y los adornos de las orillas que eran los más elaborados para la época en que cualquier galleta para el té.
Si bien la cara de la duquesa María no perduro en la galletas a través del tiempo si le otorgo su nombre y quedo para la posteridad.
Tras la boda, las galletas fueron pedidas por nobles y burgueses para poder degustar las mismas que la futura Reina.
Se comercializaron en otros países, como España, sería hasta después de la Guerra Civil Española cuando se volverían altamente populares, ya que el trigo se abarató durante la post-guerra, por lo que se volvió parte del desayuno para muchos españoles.
El empresario catalán Juan Puig Canals es quien popularizo la dulce María por todo el mundo, fundando en 1911 su marca y de ahí, lo demás es historia.
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